Afecta enuresis hasta un 12% de
la población infantil; se define como el acto repetitivo de orinar en forma
involuntaria en la cama o en la ropa.
Ciudad Obregón/VM, 28 de
febrero.- El Instituto Mexicano del Seguro Social en Sonora, informa que hasta
un 12% de la población infantil entre los cinco y diez años padece enuresis,
que se define como el acto repetitivo
de orinar en forma involuntaria en la cama o en la ropa.
La nefróloga pediatra, Paulina
Reynoso Angüis, explicó que estos episodios pueden llegarse a presentar al
menos dos veces por semana, en un periodo mínimo de tres meses consecutivos, lo
cual puede provocar estrés al infante al interferir con su actividad social, académica
u otro aspecto.
"Esta incontinencia urinaria
se hace de forma intermitente o repetida durante la noche, aunque también puede
ser diurna, en niños de seis años se presenta con incidencia del seis al ocho
por ciento, a los 10 años se presenta hasta en el 12 por ciento, expuso.
La especialista indicó que según
las patologías que engloba, la enuresis se clasifica en primaria y secundaria,
ya que las causantes pueden derivar de alguna función orgánica, o bien, un aspecto psicológico que desató algún episodio.
Se considera enuresis primaria en
aquellos casos en los cuales la niña o el
niño nunca pudo contener la orina en forma consistente, ya sea por
alguna alteración en las vías urinarias
o una enfermedad en los riñones que dé esto como resultado.
La enuresis secundaria se
presenta cuando la niña o el niño sufre una recurrencia, después de haber
controlado esfínteres por un periodo de seis meses o más y suele asociarse a
problemas emocionales como la separación de sus padres, conflictos en el
colegio, muerte de algún familiar, entre otros.
"Es importante que cuando
los niños presentan este tipo de síntomas acudan a recibir la atención, la
mayoría de los padres tienden a regañar, hay que cuidar mucho la forma en que
se reaccione sobre este evento ante la presencia del niño", resaltó.
Si el menor es reprendido cuando
le sucede un episodio de esta naturaleza, acentuó, va a tener mayor
inseguridad, pues tiende a esconderse por pena o miedo, pero el problema real
continuará latente hasta que el infante no reciba tratamiento adecuado.
"El llamado a los padres es
que lleven al menor al médico para éste pueda
determinar las causas, ya que este problema, la mayoría de las veces,
los ni-ños por si solos no lo pueden controlar, pues puede ser causado por
alguna alteración en sus vías urinarias o riñones", enfatizó.
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