Maryland/PRNewswire/VM, 2 de
julio.- Ya sean del supermercado, del mercadillo agrícola o de su propio
jardín, las frutas y verduras frescas son una característica destacada del
verano.
Sin embargo, la Dirección de
Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. le recuerda que el manejo seguro de
los productos agrícolas y los jugos recién exprimidos es de gran importancia,
porque las bacterias transmitidas por los alimentos se multiplican más
rápidamente durante el clima caliente. Además, estos alimentos suelen consumirse
crudos.
Para conservar los productos
agrícolas nutritivos y los jugos recién exprimidos de manera segura, siga estos
consejos de seguridad alimentaria para evitar la intoxicación alimentaria:
Compre de manera correcta.
Compre frutas y verduras que no tengan magulladuras ni estén dañadas. Cuando
seleccione frutas y verduras previamente cortadas, escoja sólo aquellas que
estén refrigeradas o conservadas con hielo. Ponga las frutas y verduras frescas
en bolsas y guárdelas separadas de la carne de res, la carne de ave, el pescado y los mariscos crudos en su
carrito y sus bolsas de compras.
Almacene adecuadamente.
Guarde las frutas y verduras perecederas en un refrigerador limpio a una
temperatura de 40 grados F o menos. Refrigere siempre los productos agrícolas
que se compren ya cortados o pelados.
Prepare de forma segura.
Antes de preparar y/o comer las frutas y verduras frescas, corte y deseche toda
parte de las mismas que esté dañada o que tenga magulladuras. Si alguna parece
estar podrida, ¡tírela!
Lávelas bien. Lave toda fruta o verdura en agua corriente
antes de comer, cortar o cocinarlas. Esto incluye tanto aquellas que usted
cultive como las que compre en una tienda o en el mercado agrícola. Para los
productos agrícolas que se compren ya envasados, lea la etiqueta: si se indica
que el producto es prelavado y listo para comer, puede consumirlo sin lavarlo
de nuevo. Incluso si planea pelar una fruta o verdura, es importante lavarla
primero para que evitar que la tierra y las bacterias se transfieran del
exterior a la parte interior de las mismas.
Evite la contaminación cruzada.
Lave las tablas de cortar, los platos, los utensilios y las encimeras con jabón
y agua caliente después de la preparación de la carne de res, la carne de ave,
el pescado y los mariscos crudos, y antes de preparar las frutas y verduras que
no serán cocidas. Si utiliza tablas de cortar hechas de plástico u otro material
no poroso, lávelas en la lavaplatos después de usarlas. ¡Y recuerde siempre
lavarse las manos antes y después de preparar la comida!
Examine los jugos. Los
niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren
el riesgo de contraer enfermedades graves o incluso morir como resultado de
consumir jugos que no han sido pasteurizados o tratados de otra manera para
controlar las bacterias dañinas. En la tienda o el supermercado, busque
productos pasteurizados o tratados de otra manera en las secciones
refrigeradas, las vitrinas para alimentos congelados o en envases no
refrigerados, como los cartones, las botellas o las latas de jugo. Los jugos no
procesados que se vendan en las vitrinas refrigeradas de los supermercados o
las tiendas de alimentos naturales, las fábricas de sidra y los mercados
agrícolas deberán incluir una etiqueta de advertencia que indique que el
producto no ha sido pasteurizado. Sin embargo, las etiquetas de advertencia no
son obligatorias para jugos o cidra que
son recién exprimidos y vendidos por vaso. Por lo tanto, es importante
recordar: si no está seguro si un producto de jugo ha sido pasteurizado,
¡pregunte!
Recuerde practicar siempre los
Cuatro Pasos para la Seguridad Alimentaria: limpiar las manos y superficies con
frecuencia; separar las carnes crudas de los otros alimentos; cocinar los
alimentos hasta que alcancen la temperatura correcta; y refrigerar los alimentos
sin demora.
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