Hermosillo/VM, 3 de
mayo.- El consumo excesivo de bebidas azucaradas, como jugos preparados y
refrescos, favorece el desarrollo de obesidad y sobrepeso en los niños, además
de que produce hiperactividad, daños en la dentadura, irritación y
descalcificación.
Es por ello, que la
Secretaría de Salud recomienda el consumo de estos productos de forma moderada
y preferir la ingesta de agua pura, leche y jugos preparados en casa con
frutas.
“Hoy en día, las
bebidas azucaradas son las preferidas por los niños. Aquí el problema es que se
está dejando de consumir lo saludable como el agua y la leche”, comentó la
Coordinadora de Nutrición del Hospital Infantil del Estado de Sonora, Carolina
Díaz Pacheco.
La especialista
explicó que media taza de refresco contiene siete cucharadas pequeñas de
azúcar, mientras que los jugos con sabor a frutas que venden en las tiendas,
contienen una cantidad similar, lo que equivale al consumo de cuatro o cinco
dulces.
“Si es una práctica
que se hace pocas veces no es dañina, pero si es todos los días, puede
contribuir a problemas de sobrepeso y obesidad en los niños porque están
recibiendo, a parte del azúcar en los dulces y la comida, también en la
bebida”, comentó la nutrióloga.
El azúcar es una
sustancia adictiva, por lo que cuando los niños lo consumen a temprana edad se
les dificulta más dejar este tipo de productos.
“El consumo de
refrescos es tan común como debería de ser el consumo de agua, lo alarmante es
que hasta a los bebés les ponen refresco en el biberón”, dijo Díaz Pacheco.
La recomendación es
primeramente favorecer el consumo de agua pura, con dos a tres tazas al día,
mientras que la leche se debe proporcionar diariamente hasta tres tazas en los
niños.
Los jugos naturales
hechos en casa pueden consumirse media taza por día; los refrescos y bebidas
preparadas con sabor a fruta deben de evitarse.
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