(Fragmento)
Mesa Colorada/chiltepines.wordpress.com/VM,
27 de abril.- Los pasados viernes 11 y sábado 12 de abril, nos juntamos en Mesa
Colorada, invitados por el gobernador Fidencio Leyva Yoquivo, a la celebración
“dedicada a los líderes que marcharon antes: José Zazueta, Pablo Cautivo, Lino
Leyva y José Ruelas”. La fiesta se desarrolló en santa paz durante dos días,
con la afluencia tupida de cerca de 400 gentes, pocas de ellas yoris, en un
vaivén donde nunca faltó la comida, la música, la devoción a la tradición y la
algarabía.
No al embalse como
es ya conocido por la mayoría de nosotros, el pueblo originario macurawe /
guarijío de Sonora está siendo amenazado con la pérdida de tierras, recursos y
su forma de vida desde finales del año 2010, a causa del proyecto de
construcción de la presa llamada Los Pilares/ Bicentenario, localizada cerca de
San Bernardo, Álamos. Desde entonces, han sido muchas las acciones ilegales,
manipuladoras, violatorias de derechos humanos e intimidatorias que han llevado
a cabo los “preseros”, como le dicen los macurawe / guarijío a diversos agentes
del gobierno estatal (secretaría de Gobierno, subsecretarías especiales), de
diversas instancias (FOSSI, CEA, CEDIS); así como de particulares promotores de
la obra, diputados del PAN y del PRI; el Distrito de Riego 38 del Valle del
Mayo; la empresa Constructora Canoras y otros contratistas; así mismo, el
gobierno municipal de Álamos, además de personas contratadas ex profeso para la
desestabilización (guarijíos y yoris, fieles a los intereses de los preseros,
en contra de los derechos e intereses colectivos del pueblo macurawe /
guarijío). Es una situación que amenaza su sobrevivencia como pueblo, en
diferentes escalas de vulnerabilidad, en función de su lugar de residencia. Y
es que el proyecto, inaugurado simbólicamente por el gobernador Padrés el 31 de
septiembre de 2013, representa el despojo de sus tierras, la pérdida de sus
referentes contextuales y con ello, la amenaza a su identidad, con la muerte
del río y el fin de la biodiversidad del Mayo. Para los macurawe / guarijío el
desplazamiento aparece como la pérdida de algo que no se podrá recuperar, que
está siendo “negociado” por algunos traidores a su pueblo, en condiciones
injustas y desventajosas.
Don José Romero, el
gobernador que se negó a firmarEsta es la situación presente y es motivo de
angustia entre la comunidad que se resiste a la presa, que es mayoritaria en
las comunidades ejidales y menor entre los grupos de familias de San Bernardo,
donde los preseros han logrado convencer a uno de los líderes locales (Don
Miguel, de Los Jacales), a la vez que han falsificado la firma que les faltaba
(la de Don José Romero Enríquez de la Colonia Macurahui), con el nombramiento
ilegal y al vapor de Guadalupe Rodríguez, realizado el día 4 de agosto de 2013.
Desde entonces han estado apoyando a este gobernador impuesto de manera
totalmente ilegal, con la anuencia de un grupo de seguidores acarreados y
manipulados, muchos de los cuales no son guarijíos ni viven en San Bernardo.
Las firmas del convenio que “consiguió” el gobierno estatal sobre los derechos de
posesión de las tierras de la SPR (Sociedad de Producción Rural) nunca
consideraron la situación legal de las tierras que quieren inundar, lo cual
representa otra irregularidad más en este proyecto. Tampoco toman en
consideración ni parecen preocuparse por las numerosas irregularidades y
carencias señaladas por la SEMARNAT al Manifiesto de Impacto Ambiental; aún se
desconocen los peritajes arqueológicos del INAH, pero son estudios que no han
considerado la opinión de la comunidad, a la que tampoco se le ha consultado de
manera libre, previa e informada, a pesar de lo cual se realizan ya diversas
obras en el terreno. Nunca fueron respondidos los señalamientos de los
guarijíos ni tampoco los de la sociedad civil, quienes nos enfrascamos en
señalar el derecho legal nacional e internacional que como pueblo originario de
México, o pueblo indígena macurawe/guarijío, tienen los miembros de esta
comunidad de saber con certeza en qué consiste este proyecto y de qué manera
afecta su territorio, cultura y forma de vida. De hecho, una de las principales
demandas no cumplidas ha sido la entrega del proyecto en su versión definitiva,
de manera impresa, además de una versión sintética escrita en lengua
macurawe/guarijío, así como en solicitar otras garantías que constituyeron la
base de los acuerdos firmados por el Gobierno Estatal, municipal, las
autoridades guarijías y los asesores de la sociedad civil, el día 12 de
noviembre de 2012, en reunión celebrada en Mesa Colorada, Álamos, Sonora, en el
proceso fracasado de consulta iniciado por la CDI (Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas).
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